Las cosas que hago por amor.
¡LA ALARMA! Que suena tal cuál a la boc ina de un camión remolque oxidado, como un chevrolet cameo , al principio, me pareció un tono muy acorde y divertido para despertarme, ahora, ya lo quiero dar contra la pared. Las ocho menos veinte; duermo con dos almohadas una como las personas normales y la otra contra la pared, así me estiro y es como dormir en una suit muy cara de Punta del Este, y sí, bajo el brazo mi peluche que no lo suelto en toda la noche y no, no tengo doce, tengo veintiún años pero me vio llorar tantas veces que ya es más mi amigo que mis amigos reales. Esta bien, me levanto porque si no, no llego. La cara limpia, el pelo limpio que me lave antes de acostarme así no me tenia que levantar más temprano y empiezo. No es fácil acomodar esta cara para que enfrente al mundo. Corrector, base, rubor, pestañas y me saco un poco porque tampoco es que sea viernes a la noche. Enfrentar el armario es algo complicado, cómo encontrar algo como para la oficina pero...